martes, 6 de octubre de 2015

DIARIO CAMBIO: BARTLETT-OSORIO CHONG: DOS BIOGRAFÍAS DEL PODER PRIISTA

Viernes, 02 Octubre 2015 02:47
Escrito por  Carlos Ramírez

Cuando el senador petista Manuel Bartlett Díaz encaró al secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, por las críticas del presidente Enrique Peña Nieto al populismo y puso su pecho para defender a López Obrador, más de un ceño senatorial se frunció con picardía: la biografía política del tabasqueño disfrazado de poblano, comenzó a saltar por las contradicciones y autodesmentidos.

El antipresidencialismo actual de Bartlett choca con el presidencialismo que le ayudó a forjar su biografía que le permitió llegar al Senado por el PT de Raúl Salinas de Gortari. De 1982 a 1988, a Bartlett le tocó estar donde estuvo Osorio Chong para cumplir con losmismos menesteres: defender al presidente de la República.

Sólo que a Bartlett le tocó mucho de la guerra sucia del sistema político, sobre todo, la de colaborar con la entronización y consolidación del neoliberalismo que hoy condena desde el PT y su impresentable lopezobradorismo.

Como secretario de Gobernación, le tocó avalar lo que le critica a Peña Nieto y a Osorio Chong: la entronización del narco, el asesinato de periodistas, especialmente, el del columnista Manuel Buendía, la alianza de la Federal de Seguridad con cárteles de la droga, el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena Salazar, la represión a la prensa, la operación autoritaria para quitarle la revista Impacto a Mario Sojo Acosta, las amenazas a Julio Scherer, a través de su testaferro José Antonio Zorrilla Pérez, para evitar que publicara una notas que revelaban el uso de un comando de Gobernación en Venezuela, para rescatar a una sobrina de una secta.

Y hay más: el fraude electoral en Chihuahua en 1986 para evitar el triunfo del PAN, la fundamentación del argumento del “fraude patriótico” para que en la revolucionaria Chihuahua no llegara la reacción, el fraude electoral en 1988 que entronizó a Carlos Salinas de Gortari en el poder sin la legitimidad electoral.

La lista sigue: en 1974 el activista Rosendo Radilla fue desaparecido por fuerzas de seguridad, mientras Bartlett era nada menos que director general de Gobierno de la Secretaría de Gobernación, y por tanto, cómplice del uso de la fuerza contra disidentes; es decir, Bartlett fue aliado del autoritarismo represor a la izquierda… a la que ahora dice pertenecer por la bendición de López Obrador.

Por el asesinato de Camarena, Bartlett no debe entrar a EE UU, porque, a decir del entonces embajador Jeffrey Davidow, “no podría salir” y estaría obligado a declarar en tribunales como indiciado. Por cierto, Bartlett trata de no cruzar espacio aéreo estadunidense cuando viaja a Europa, porque podrían bajarlo del avión y arrestarlo.

Las críticas de Bartlett a Osorio Chong por el presidencialismo de Peña quieren olvidar lo que Bartlett escribió en septiembre de 1969 —después del 68 represor— en la revista Pensamiento Político, editada por la CNOP del PRI sobre el presidencialismo al que Bartlett se postró antes de su exoneración y purificación por López Obrador.

“El presidente de la República, automáticamente, es el líder del PRI. Y en razón del carácter mayoritario del PRI y de la disciplina partidista que demanda, el presidente de la República, (como) líder del partido, está en posición de orientar a la mayoría en la Cámara de Diputados, al Senado de la República, a las gubernaturas de los estados y a la mayoría de los gobiernos municipales”.