jueves, 23 de enero de 2014

Viento Libre: concurso de papalotes


El Comité del Pueblo Unido, invita al concurso de papalotes “Viento Libre”, un evento para toda la familia.
Aquí el cartel:


martes, 14 de enero de 2014

Reporte índigo México acelera sus motores



La industria automotriz nacional es un caso de éxito por sus grandes ventas y generación de empleos. Se prevé que durante este año será uno de los pilares en el crecimiento económico del país

POR ALEJANDRO DABDOUB, ROLANDO HINOJOSA - Martes 14 de enero de 2014

No es ningún secreto que la industria automotriz mexicana está viviendo una época de éxito. El año pasado, la producción automotriz mexicana creció 1.7 por ciento, y las exportaciones automotrices crecieron 2.9 por ciento.

Con grandes inversiones anunciadas, ventas cada vez mayores, y una significativa generación de empleos, el sector automotriz es una de las industrias de mayor crecimiento en el país, y será parte crucial del crecimiento económico de México en el 2014, que se estima sea de aproximadamente 3.5 por ciento.

En 1990, México representaba tan solo el 6 por ciento de la producción de vehículos ligeros de Norteamérica; hoy esa cifra es más de tres veces mayor, alcanzando aproximadamente el 20 por ciento.

Y esta producción no muestra señales de desaceleración, ya que productores como Mazda, Honda, Nissan y Audi han anunciado planes para invertir miles de millones de dólares en México para expandir sus capacidades productivas en el país.

Por si fuera poco, México se ha convertido, desde el 2012, en el cuarto mayor exportador de automóviles del mundo, y como podría esperarse, hoy la industria posee un carácter global. Actualmente el 68 por ciento de los automóviles producidos en el país está destinado a los Estados Unidos, y el 45 por ciento de las exportaciones automotrices es producido por empresas originarias de Asia y Europa.

Las grandes empresas automotrices se han concentrado en México gracias a los bajos costos de producción del país y a un entorno que facilita la exportación desde México.

El país posee costos inmobiliarios y laborales más baratos inclusive que China, y los trabajadores mexicanos no solo son productivos, sino que cada vez poseen habilidades técnicas más sofisticadas.

Además, la localización geográfica, cómodamente en medio de América, y su proximidad a los Estados Unidos vuelve al país excepcionalmente atractivo para los productores que buscan exportar.

Por el lado institucional, los 44 acuerdos de libre comercio que México sostiene con diversos países también contribuyen a su atractivo exportador.

En contraste con el resto de la industria automotriz en Norteamérica, en México los empleos de hecho han crecido. Del 2000 a la fecha, aproximadamente el 25 por ciento de los empleos automotrices han desaparecido, en parte gracias a la mayor automatización en la industria. Pero en México, durante el mismo periodo, el empleo automotriz creció casi 5 por ciento. Actualmente casi el 40 por ciento de los empleos automotrices norteamericanos se encuentran en México.

Industria de gigantes

El tamaño no siempre es lo más importante. Cuando se trata de la industria automotriz, las empresas suelen apostarle a una gran producción que les permita tener economías de escala. Para conseguir esto más de un fabricante ha tomado la decisión de adquirir a su competidor o fusionarse. Sin embargo, la historia parece indicar que el plan de negocios debe adaptarse al mercado y las características de la empresa, por lo que apostar a ciegas al tamaño no siempre da el resultado deseado.

Los avances tecnológicos en las líneas de producción han permitido una mayor flexibilidad para adaptar la oferta de carros a su respectiva demanda. De tal modo, las economías de escala son aprovechadas para una amplia gama de carros que explotan diferentes nichos de mercado.

Del mismo modo, el tamaño facilita reducir los costos que requiere cumplir con las regulaciones ambientales que son cada vez más estrictas. Cumplir con este tipo de normas a menudo requiere una gran investigación en nuevas tecnologías que reduzcan las emisiones de contaminantes.

Por ejemplo, de acuerdo con información publicada en The Economist, la marca automotriz de Volkswagen (VW) ha anunciado una inversión de más de 114 mil millones de dólares para los próximos 5 años.

Dos tercios de este dinero será puesto para desarrollar nuevos vehículos con mejores avances tecnológicos, por lo el anuncio ha sido visto como una manera de intimidar a los pequeños fabricantes que no tienen la capacidad de hacer ese tipo de gastos.

Los no tan grandes

Las empresas que no tienen la capacidad de competir con los grandes productores han encontrado diferentes formas de aprovechar las economías de escala de la industria automotriz.

A principios de mes Fiat llegó a un acuerdo para comprar el 41 por ciento de Chrysler por 4.35 mil millones de dólares. Sin embargo, la nueva empresa producirá apenas 4 millones de autos al año, muy por debajo de los 10 millones que produce Toyota.

Este tipo de fusiones no siempre ha tenido buenos resultados. Otros casos similares, como el de DaimlerChrysler y BMW no consiguieron los resultados deseados. En el 2005 General Motors se vio obligada a pagar 2 mil millones de dólares para salirse de sus compromisos comerciales con Fiat.

En vez de crear una nueva empresa, otros competidores han optado por realizar alianzas estratégicas para aprovechar fortalezas. Este año se cumplen 15 años del acuerdo entre Nissan y Renault, donde el primero ha puesto dinero y tecnología y el otro se ha dedicado a la gestión de ambas firmas. No obstante de compartir ciertas partes del negocio, las dos empresas continúan trabajando de forma independiente.

Por otro lado, también las alianzas pueden resultar complicadas cuando los beneficios para las partes no están del todo claro. Suzuki y Volkswagen siguen en un pleito arbitral que surgió de la iniciativa de combinar fuerzas para incursionarse en mercados emergentes. La moraleja parece ser que nada está escrito cuando se trata del negocio automotriz.

Fuente:

miércoles, 8 de enero de 2014

México coloca 1 millón de autos nuevos en su mercado interno

8 Enero, 2014 - 13:04  Crédito: Notimex

En 2013, el mercado automotriz mexicano cerró con un millón 063,363 unidades vendidas, cifra 7.7% superior a las unidades colocadas un año antes, pero todavía 60% por debajo de su potencial, informó la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA).

El director de Relaciones Gubernamentales de la asociación, Guillermo Rosales Zárate, expuso que para alcanzar el potencial del mercado mexicano es urgente  impulsar el control de vehículos usados importados, así como el financiamiento automotriz.

En conferencia de prensa, dio a conocer que en diciembre pasado se vendieron 164,221 vehículos ligeros, lo que significó también 7.7% más que igual mes de 2012.

Detalló que al cierre del año pasado, 49% de las ventas correspondió a vehículos fabricados en México y 51% de origen extranjero.

Resaltó que por primera vez se superaron las cifras de comercialización de 2008, cuando inició la crisis económica mundial y la caída del sector.

En ese año se vendieron un millón 025,000 unidades en el país, aunque la cifra de 2007 aún es la más alta, con un millón 099,866 vehículos vendidos en el mercado interno, apuntó.

Planteó que para aprovechar el crecimiento económico previsto para 2014 se requiere impulsar la regulación de importaciones de vehículos usados procedentes de Estados Unidos, principalmente, cuya cifra para 2013 sería de 650,000 unidades.

Para ello, anotó, es necesario prorrogar el decreto al respecto -que termina el próximo 31 de enero- además de evitar dar más amparos a los importadores contra la disposición, pues a través de ellos ingresa al país 96% de los autos usados.

Agregó que otra limitante del crecimiento ordenado es el financiamiento pero confió en que, con la reforma financiera, se pueda apoyar a los consumidores que actualmente no son atendidos.



Artículo publicado en:

martes, 7 de enero de 2014

China lanza las mayores reformas económicas y sociales en décadas


El Comité Central del PCCh decide asimismo reducir los delitos punibles con la pena capital


JOSE REINOSO Pekín 15 NOV 2013 - 19:58 CET


China ha puesto en marcha el mayor plan de reformas económicas y sociales en décadas. Y, al mismo tiempo, ha roto con algunas herencias del pasado. Ha decidido liberalizar más los mercados, otorgar un mayor papel a la empresa privada, poner fin a los campos de reeducación por el trabajo, suavizar la política del hijo único y reducir "paso a paso" el número de crímenes que son objeto de pena de muerte, entre otros, según un documento hecho público este viernes por la agencia oficial Xinhua con las decisiones adoptadas en el Tercer Pleno del 18 Comité Central del Partido Comunista Chino (PCCh), clausurado el martes pasado tras cuatro días de conciliábulo.

El texto aporta detalles al listado de conclusiones generales emitido tras el cierre del pleno, en el que lo más destacado fue el impulso a la iniciativa privada en la economía y la creación de un comité de seguridad estatal, que concentra más poder bajo el mando directo del presidente, Xi Jinping.

Los detalles revelados hoy despejan cualquier duda sobre la consolidación de Xi Jinping en el poder y la intención de los líderes chinos de reformar en profundidad la economía para hacerla menos dependiente de las inversiones y la exportación, y más del consumo interno. La clave será ahora la implantación de este ambicioso paquete de medidas.

La nueva política de hijo único fija que aquellas parejas en las cuales el padre o la madre sean hijos únicos podrán tener dos hijos. Entre las decisiones adoptadas de índole social, figura también el compromiso de "trabajar para prohibir la extracción de confesiones mediante la tortura y los abusos físicos". Además, serán totalmente abolidas las restricciones de residencia en las ciudades pequeñas y municipios y se relajarán gradualmente en las de tamaño medio, se integrarán los sistemas de seguridad social urbano y rural, se acelerará la convertibilidad de las cuentas de capitales y se creará un impuesto medioambiental.

El precio de los combustibles, electricidad y otros servicios será decidido principalmente por el mercado, se mejorarán los mecanismos de fijación de la tasa de cambio del renminbi, se impulsará la liberalización de los tipos de interés, y se incrementará el nivel de convertibilidad del yuan en transacciones internacionales. También se promoverá la participación privada en proyectos estatales, y se impulsará la protección del medio ambiente.

La eliminación de las restricciones de residencia en pequeñas ciudades es un paso hacia la supresión algún día -aún lejano- del registro de residencia o 'hukou', que liga a cada persona con su lugar de nacimiento, lo que impide en la práctica que los habitantes de las zonas rurales emigren con sus familias a las ciudades, ya que la falta de 'hukou' urbano les impide acceder a los mismos derechos educativos y sanitarios que los locales. Con la modificación del sistema, Pekín quiere acelerar los planes de urbanización y que decenas de millones de campesinos se muden a las ciudades y, en consecuencia, consuman más. Los campesinos recibirán derechos para "poseer, utilizar, beneficiarse y transferir la tierra de la cual tienen contrato (de uso)", según Xinhua. El suelo en China es propiedad del Estado.

El documento con las decisiones del pleno asegura que se producirá "una mayor apertura del sector bancario, a condición de que sean reforzadas las regulaciones, y se permitirá que el capital privado cualificado establezca bancos pequeños y medianos". China tiene ahora solo unos pocos bancos privados. "El 30% de los beneficios de los capitales de propiedad estatal tendrán que ser entregados al Gobierno para 2020", añade el texto. Actualmente, el porcentaje oscila entre el 0% y el 15%. "El dinero será utilizado para mejorar la vida de la gente", dice.

La reeducación por el trabajo es un controvertido sistema de detención que autoriza a la policía a encarcelar hasta cuatro años sin necesidad de juicio. Ha sido objeto de críticas tanto dentro como fuera del país por defensores de los derechos humanos, activistas y abogados, que consideran que viola los derechos del ciudadano, va en contra de los procedimientos legales e incumple la Constitución china. En septiembre, Guangzhou (capital de la provincia sureña de Guangdong) anunció que eliminaría este castigo para finales de este año.

El sistema, conocido como 'laojiao', fue creado en la década de 1950, a partir del modelo soviético, poco después de la llegada al poder de Mao Zedong en 1949. Se desconoce el número real de personas que están internadas en campos reeducación por el trabajo. La cadena de televisión pública CCTV asegura que son unas 310.000; el Ministerio de Justicia dice que en 2008 había 160.000 internos.

El país asiático estudiaba desde hacía años modificar el sistema, pero la decisión ha sido retrasada una y otra vez, en particular por la oposición del Ministerio de Seguridad Pública, que había advertido del riesgo que puede representar para la estabilidad social. La llegada de una nueva generación de líderes en el 18 Congreso del Partido Comunista Chino en noviembre pasado, con la promesa de crear una "sociedad armoniosa", ha permitido dar un impulso y acabar con este sistema de herencia maoísta, muy criticado y que ya estaba cayendo en desuso.

Los líderes chinos habían advertido que el Tercer Pleno del 18 Comité Central sería "sin precedentes", y la prensa oficial había trazado cierto paralelismo con el Tercer Pleno del 11º Comité Central en diciembre 1978, en el que Deng Xiaoping puso en marcha el proceso de apertura y reforma, que cambiaría el rumbo de China para siempre. En 1993, fue establecido el denominado sistema de economía de mercado socialista y se dio el impulso a la empresa privada.

En el pleno de 2013, Pekín ha decidido profundizar las reformas económicas para garantizar que el mercado juega un papel "decisivo" en la asignación de recursos, aunque "mantendrá el papel dominante de la propiedad pública". Pero también ha dejado claro que no habrá transformaciones democráticas de estilo occidental. El abanico de decisiones adoptadas es amplio y ambicioso, aunque buena parte se esperaba. Muchos de los cambios estaban en estudio desde hacía tiempo, e incluso han sido probados a menor escala en algunas provincias. Los mandatarios chinos son fanáticos de los ensayos previos y el avance progresivo. Buenos seguidores de la escuela de Deng Xiaoping.

Artículo publicado en: