miércoles, 27 de febrero de 2013


DIARIO CAMBIO
Martes, 26 Febrero 2013 01:07
Investigación por pederastia sacude a la Iglesia poblana

Pese a las investigaciones de la PGR, el arzobispo de Puebla dijo que sólo son especulaciones. En entrevista, Víctor Sánchez Espinosa resaltó que los sacerdotes de los oratorios salesianos están tranquilos y que desde un principio estuvieron en la mejor disposición de colaborar

El arzobispo Víctor Sánchez Espinosa tendió un velo de oscuridad sobre la investigación por presuntos actos de pederastia y pornografía infantil en el oratorio Don Bosco realizada por la Procuraduría General de la República (PGR) y protegió a los curas involucrados en las pesquisas, al afirmar que sólo son especulaciones. Por tanto, aseguró que esperará a que las autoridades federales culminen con la investigación correspondiente y se deslindó de los involucrados al decir que ellos “tienen otros superiores religiosos”.

“Son especulaciones, vamos a esperar los resultados de la investigación pues para eso precisamente son, para que sepamos qué hay de esto”, apuntó el arzobispo.

En entrevista, Sánchez Espinosa resaltó que los sacerdotes de los oratorios salesianos están tranquilos, e incluso dijo que desde un principio estuvieron en la mejor disposición de colaborar.

No obstante, mencionó que serán los superiores de los oratorios quienes determinen qué acciones emprenderán ante los resultados de las investigaciones de la Policía federal: “no me corresponde a mí como arzobispo, sino a sus superiores religiosos”.

Fue durante las primeras horas del pasado viernes cuando cerca de 30 elementos de la Policía federal, a bordo de seis vehículos, irrumpieron en las instalaciones del oratorio salesiano de Don Bosco con una orden de cateo para revisar el lugar.

Por varias horas la 17 Poniente entre 3 y 5 Sur permaneció cerrada mientras los uniformados interrogaban a los sacerdotes acerca de lo que se presume es una investigación por abuso infantil, aunque las autoridades se han mantenido herméticas al respecto sin informar el motivo del operativo. Ese mismo día las autoridades federales realizaron un operativo similar en el oratorio Felipe Rinaldi ubicado en la colonia La Loma, donde tampoco se dio mayor información.

El rector de Don Bosco confirma investigación

Lo que sí se confirmó fue que la movilización se derivó de una denuncia anónima, la cual en un principio trascendió que reportaba la venta de droga en el lugar. Sin embargo, el sacerdote salesiano Ignacio Ibarra Ruiz comentó ayer en entrevista radiofónica para Cinco Radio que por las preguntas que realizaron los uniformados se podría tratar de una investigación por abuso infantil. “Le intuye uno, por las preguntas que le hicieron a la señora que cuida aquí, que si no había abuso infantil, yo pienso que es eso”, comentó para dicho medio de comunicación.

Confirmó que durante el cateo se decomisó equipo de cómputo, así como un arma de fuego propiedad del sacerdote. Éste refirió que era un regalo que su padre le dejó antes de morir, pero no portaba el permiso correspondiente.

Ante estos señalamientos, el vocero de la Arquidiócesis de Puebla, Dante Pimentel, desacreditó la declaración del sacerdote, pues aseguró que no han recibido formalmente un señalamiento de este tipo, por lo que el arzobispo Sánchez Espinosa está en espera de lo que determinen las autoridades federales.

Reiteró la postura del arzobispado en torno a que serán las autoridades de los oratorios salesianos quienes tendrán que responder en caso de que las autoridades confirmen algún tipo de abuso.

CAMBIO buscó a las autoridades de Don Bosco para fijar su postura al respecto, sin embargo, el lugar se encontraba cerrado y nadie atendió el llamado, incluso actividades que se tenían programadas para el día de ayer fueron canceladas.

Por su parte, el director de la Policía ministerial, Galán Ruiz, descartó que el caso sea investigado por las autoridades estatales aunque manifestó su disposición de colaborar con la PGR en caso de que lo solicite. Agregó que en lo que va de la administración no se tienen registradas investigaciones por pederastia en contra de sacerdotes.

Artículo publicado en:
http://www.diariocambio.com.mx/2013/secciones/codigo-rojo/item/4031-iglesia-encubre-actos-de-pederastia-en-don-bosco




El cónclave 2013
Bernardo Barranco V.

Los cardenales entrarán al cónclave de marzo de 2013 en un clima de extrema presión. Los recelos, la vergüenza y la humillación en este momento están acosando a la Iglesia; son los signos de los tiempos actuales. Los cardenales ingresarán al cónclave no sólo para elegir a un Papa, sino para poner orden y construir nuevos equilibrios en una institución sacudida en sus propios cimientos. No es la primera vez en la historia de la Iglesia que los cardenales deliberarán bajo presión, incluso lo han hecho en otros tiempos bajo la coacción militar y política. Sin embargo, ahora lo harán bajo la inquisitiva mirada de los grandes medios de comunicación que reflejan una cultura suspicaz y desencantada por el cúmulo de escándalos y contradicciones de una institución que se había autoerigido en tutelar de los grandes valores de la identidad occidental. La crisis actual de la Iglesia no es de la fe, sino del aparato eclesiástico, que amenaza contaminar y acrecentar el proceso involutivo de la feligresía en todo el mundo. El desastre católico de proporciones estrepitosas sólo tiene paralelo, por su magnitud, con la Reforma protestante del siglo XVI. Pero tampoco hay dramatizar, sólo hay que recordar que todos los fines de pontificado han estado marcados por las luchas intestinas de poder dentro de la Iglesia para preparar la sucesión y que, ante el declive físico de los papas, la nomenclatura de la curia adquiere un poder desmesurado.

Tres factores contextúan la profunda crisis institucional que experimenta la Iglesia católica. Primero, los antagonismos internos y la lucha por el poder que, dicho sea de paso, siempre ha existido en la historia de la Iglesia, pero ahora, con la relevelación de los documentos filtrados, nos detallan una lucha feroz y antagónica de camarillas; nos refiere a un Benedicto XVI vulnerable frente a un corrupto aparato curial, de cual es también responsable, de ahí la expresión de que Benedicto XVI reinó, pero nunca gobernó la Iglesia, es sugerente. Por tanto, en segundo lugar el agotamiento de un modelo romano clerical, centralista y autoritario, que refirma la identidad eclesiástica sobre la eclesialidad. Un modelo más preocupado por incidir en el poder del Estado que en la vida de sus fieles, un modelo más tentado por la política que por dialogar con la cultura contemporánea, con sus grandes y pequeñas mutaciones. El tercer factor, en términos de la coherencia de la Iglesia, de sus actores, es que están expuestos mediáticamente al escrutinio de la sociedad como nunca en la historia. A través de las filtraciones periodísticas, por ejemplo, pudimos darnos una idea de cómo Benedicto quedó impresionado y pasmado con el informe que le presentaron tres cardenales, en diciembre de 2012, sobre la filtración de documentos Vatileaks. Confirmó la existencia de redes de corrupción sexual, política y financiera que imperan en la curia italiana. Nos lleva a preguntarnos no sólo por una reforma de la curia romana, sino por una renovación del propio papado. ¿Puede un solo hombre, anciano o joven, llevar a cuestas una institución laberíntica tan pesada y compleja? De tal suerte que ahora las intrigas palaciegas se han convertido en un descomunal espectáculo que atrae millones de audiencias católicas y no católicas que observan con detalle el drama no sólo de la sucesión, sino el sacudimiento de una institución milenaria que ha sido pilar en Occidente. Ante el mundo entero, especialmente a partir de 2010, la Iglesia ha sido escenario de sucesivos escándalos, destacando los casos de pederastia que han trocado en un estigma mundial y que han llenado las páginas de los principales periódicos de todo el mundo y horas de transmisión en televisión.

Ante el cónclave de 2013, los clásicos plantean que el dilema es realidad simple. Elegir a un hombre de fe profunda, a un verdadero pastor dispuesto a renovar la Iglesia. La Iglesia requiere retomar su pastoralidad. Regresar a la actitud humilde y misionera, de una Iglesia que viva con simplicidad su solidaridad y cercanía con su pueblo. Comunión y eclesialidad, regreso a los orígenes de la fe y de la gracia. Retomar el Concilio Vaticano II o realizar uno nuevo. Esta disyuntiva se impone en la agenda del próximo pontífice. Retrabajar una versión renovada del catolicismo en diálogo con la cultura secular, supone una nueva actitud de desarrollo cultural, intelectual y científico acorde a los cambios operados. Benedicto XVI sistemáticamente se negó a operar dichas iniciativas de cambio con y en el mundo contemporáneo. De hecho, fracasó en su intento de recristianizar la Europa laica y secular. Y lamentablemente quedan muy pocos herederos del espíritu del concilio, aquel que tanto teme y combate la curia burocrática romana. El tema no es nuevo y ahí está. Entre escándalos y descalificaciones, el cardenal Carlo María Martini pidió en 1999 ante el Sínodo de Obispos Europeos la convocatoria a un nuevo concilio para concluir las reformas estancadas que habían surgido en el Vaticano segundo, celebrado en Roma entre 1962 y 1965.

La realidad actual es amarga para la Iglesia, los cardenales entrarán al cónclave con cierta vergüenza, entran con una percepción de pesimismo y de caos. Como expresó Umberto Eco en el diálogo que sostuvo con el fallecido y citado cardenal Martini en su libro ¿En qué creen los que no creen?: las certezas católicas deben saber convivir con la incertidumbre y el pesimismo posmoderno. Podríamos parafrasear al mismo Ratzinger cuando sentencia al mundo que si Occidente no se refunda en Dios, permanecerá prisionero de los tiempos del miedo y en la decadencia; podríamos aplicar la misma ecuación a la Iglesia católica en esta crisis de época que vive: si el cristianismo no se refunda en profundo diálogo con la cultura moderna y una nueva actitud se decantará en el ostracismo, el miedo y la petrificación.

Artículo publicado en:
http://www.jornada.unam.mx/2013/02/27/opinion/029a2pol#sthash.T7QSZ2Gu.dpuf 


ARISTEGUI NOTICIAS

Norberto declaró por 9 horas ante justicia de EU sobre caso de abuso sexual

El programa 'Aristegui' de CNN en Español reveló este martes fragmentos del interrogatorio al cardenal mexicano, realizado en la sede de la Arquidiócesis de México, en 2007. Rivera Carrera habló sobre las cartas enviadas al cardenal de Los Angeles, Roger Mahony, para encubrir a un sacerdote mexicano acusado de abuso.

El cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, compareció en 2007  durante nueve horas ante representantes de la justicia de los Estados Unidos, quienes lo interrogaron sobre el caso del sacerdote mexicano Nicolás Aguilar-Rivera, acusado por la policía de Los Angeles, California, de haber cometido 26 delitos sexuales. 

Rivera Carrera rindió su testimonio en ese año en la sede de la Arquidiócesis de México, ante representantes de la Justicia estadunidense que viajaron al DF.

Durante el interrogatorio, el cardenal mexicano habló sobre las cartas enviadas al obispo de Los Angeles, California, Roger Mahony, y que probarían acciones para encubrir al sacerdote Aguilar-Rivera, originario de Tehuacán, Puebla, al ser enviado y reubicado en los Estados Unidos.

El caso de Nicolás Aguilar-Rivera está relacionado directamente con las indagatorias en Estados Unidos por el encubrimiento de pederastia clerical realizadas en contra del cardenal Roger Mahony, quien ha declarado recientemente sobre el tema.

La cercanía de Rivera y Mahony

El vínculo entre los cardenales Mahony y Rivera es referido 12 mil documentos con las cartas enviadas entre ellos que fueron abiertas recientemente, donde se comunican “en relación de quién era Nicolás Aguilar”.

Así lo reportó al programa Aristegui, Karina Dalmás, corresponsal de CNN en la ciudad de  Los Ángeles, EU.

“En una de las cartas Norberto Rivera habla de que (Nicolás Aguilar) tenía problemas de salud y de homosexualidad”, añadió Dalmás.

Sobre el tema, el cardenal Roger Mahony ha comunicado vía Twitter y en su blog personal, que la prensa no pone sus declaraciones en contexto. “Todo se reporta como noticia sin importar lo básico de lo que se está reportando”, dijo.

El video del interrogatorio a Norberto Rivera se muestra en las vísperas del cónclave de la sucesión de Benedicto XVI, donde participarán los cardenales Rivera y Mahony, después de la renuncia del Papa Benedicto XVI en momentos de escándalos de corrupción y pederastia en la Iglesia Católica en el mundo.

Duelo de cardenales

El video difundido por Aristegui CNN muestra a Norberto Rivera respondiendo a preguntas sobre si realizó investigaciones después de haber sido notificado por Roger Mahony sobre los abusos de  Nicolás Aguilar, sacerdote enviado a Estados Unidos después de haber cometido abuso sexual contra el seminarista Joaquín Aguilar en México.

El cardenal mexicano declaró:.

“Me refiero a su carta del 4 de marzo de 1988 (Con Mahony). Él me llamó a mí”, dijo Norberto Rivera.

Los funcionarios judiciales y traductores pidieron al cardenal Rivera que comentara todo lo que le dijo Mahony sobre Nicolás Aguilar en la llamada.

“A grandes rasgos me recuerdo que me dijo que el padre tenía acusaciones en la parroquia, no recuerdo el nombre de la parroquia, donde servía. Había salido de Los Ángeles y que le mandara información sobre sus familiares y sobre los lugares donde podría ser localizado”, dijo Rivera.

En inglés le preguntaron a Rivera si le pidió Mahony que investigara.  “No me pidió que investigara”, contestó.

También lo interrogaron sobre si él investigó o mandó hacer una investigación del paradero de Nicolás Aguilar Rivera, a lo cual el hoy cardenal dijo, “No”.

La causa por la cual no investigó –dijo Norberto-  fue, “porque lo está haciendo la policía, así me lo informa el Cardenal Mahony”, explicó.

“Me informa que la policía, habla de la policía, — lee un documento– sabemos que ha regresado a México y queremos cooperar con la policía de Los Ángeles, buscarlo y arrestarlo. Es necesario que este sacerdote este detenido y regrese aquí a Los Ángeles. Es un trabajo que ya se está haciendo”, leyó la carta del 4 de marzo de 1988, redactada por la arquidiócesis de Los Ángeles.

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