martes, 13 de diciembre de 2011


MANUEL BARTLETT, ¡YA ES DE IZQUIERDA!

Por Ricardo Alemán
Seguramente muchos recuerdan que, en las elecciones presidenciales de 1988 —hace 23 años—, el secretario de Gobernación y presidente de la entonces Comisión Federal Electoral era el poderoso Manuel Bartlett.
Probablemente muchos se acuerden que, en esa elección de 1988, Manuel Bartlett fue el operador del proceso electoral presuntamente fraudulento que hizo presidente a Carlos Salinas y que le habría arrebatado la Presidencia a Cuauhtémoc Cárdenas, el líder de la naciente izquierda unificada en México.
Es posible que algunos ciudadanos y militantes de la vieja izquierda mexicana —corriente en franca extinción— guarden aún en la memoria el escándalo provocado por la "caída del sistema"; maniobra fraudulenta que, mediante las habilidades de Manuel Bartlett, impulsó el gobierno de Miguel de la Madrid.
Y también es probable que algunas de las mentes lúcidas de esa vieja izquierda recuerden que Manuel Bartlett fue el más acabado producto del viejo PRI de los años 70 y 80 del siglo pasado; de los gobiernos despóticos, nada democráticos, clientelares y represores.
Bueno, si existe alguien que se acuerde de todo lo anterior, seguramente llegará a la conclusión de que resultaría imposible —si no es que una burla para los cientos de ciudadanos que dieron la vida por las causas de la vieja izquierda mexicana— que ese político profesional llamado Manuel Bartlett, que toda su vida militó, sirvió y se sirvió del PRI, hoy sea parte del champurrado llamado "izquierda mexicana".
Si entre los militantes del PRD, el PT y lo que queda de Convergencia existe una voz crítica, un político congruente, un militante honesto que respete la historia de lucha y de cientos de muertos, seguramente ese militante hoy estaría gritando en la plaza pública contra la incorporación de Manuel Bartlett a las listas de senadores plurinominales, por las llamadas izquierdas. ¿Y por qué sería la protesta?
Elemental, porque en su calidad de secretario de Gobernación y presidente de la Comisión Federal Electoral —tiempos en que Bucareli era el centro del control político y la represión—, el señor Manuel Bartlett defraudó y combatió a la entonces naciente izquierda mexicana; la misma que hoy, 23 años después, le abre las puertas para continuar viviendo del presupuesto público. ¿Y por qué Manuel Bartlett no regresa a la política por la vía de una candidatura del PRI?
Porque en el PRI, el señor Manuel Bartlett ya no es visto como uno de los activos importantes del partido tricolor, sino como un desecho de ese viejo PRI; como uno de los mejores ejemplos del viejo partido que privilegió el autoritarismo, la antidemocracia, el clientelismo y, por supuesto, lo más cuestionable en democracia.

Pero lo más interesante es que Manuel Bartlett —junto con muchos otros que en su momento hicieron apología del PRI de Salinas— hoy será parte de las listas de candidatos a senadores y/o diputados por ese muégano poco o nada congruente que será la candidatura presidencial de Andrés Manuel López Obrador.
Y es que, en efecto, cuando le preguntaron a Manuel Bartlett si dejaba el PRI, si se cambiaba de camiseta a la izquierda, si traicionaba al partido de sus amores y de toda la vida, sólo dijo que no, que a él lo había invitado Andrés Manuel a ser candidato a senador por Morena. ¿Y la izquierda, y los agravios, y los muertos de esa izquierda, y el fraude electoral de 1988, y los perseguidos, y la congruencia; y la verticalidad, y la doctrina?
Pues eso no le importa a nadie, y menos a López Obrador, quien por sus caprichos llevará como candidatos a diputados y/o senadores de la dizque izquierda progresista, a lo peor del PRI, como Manuel Bartlett. ¿Y quién le iba a decir al señor Bartlett que, 23 años después, pertenecería a esa izquierda que defraudó, que persiguió y a la que estigmatizó por defender banderas como las de "movimiento progresista". ¿Qué tal?, hoy el señor Bartlett es de izquierda y se dice progresista. ¡Chulada de congruencia! ¿O no?
EN EL CAMINO
Por cierto, otra joya. El coordinador de la campaña presidencial de AMLO se llama Ricardo Monreal, otro priista de toda la vida, ex salinista y acaso el más servil a los deseos del amo. ¿De verdad regresará lo peor del PRI con Peña Nieto? Lo curioso es que a los incautos de la izquierda les vendieron el cuento de que la unidad del PRD, el PT y la ex Convergencia sería algo así como "una coalición". Los hechos terminarán por demostrar que con AMLO regresará lo peor del PRI y, claro, morirá la izquierda. Y, si no, al tiempo.

Twitter: @RicardoAlemanMx
FUENTE: http://www.ricardoaleman.com.mx/index.php/itinerario-politico/2011/diciembre/1914-manuel-bartlett-iya-es-de-izquierda-







PERIÓDICO SÍNTESIS

ARTÍCULO PUBLICADO EN EL PERIÓDICO SÍNTESIS, EL DÍA  08 DE DICIEMBRE DE 2011



DIARIO CAMBIO


ARTÍCULO PUBLICADO EN CAMBIO, CON FECHA DEL 12 DE DICIEMBRE DE 2011
ARTÍCULO PUBLICADO POR DIARIO CAMBIO EL DÍA 12 DE DICIEMBRE DE 2011

ARTÍCULO PUBLICADO EN MILENIO

¿Pos queeé creen? ¡Bartlett ya es de izquierda!
LA CALLE Luis González de Alba
2011-12-12 • ACENTOS
No, no se doble de risa, no suelte la carcajada, mucho menos se le salga un chisguetito de meados: mientras de una nube radiante surgía la voz: “Este es mi hijo muy amado”, el Bautista Obrador bautizó a Manuel Bartlett en las aguas purificadoras de su Jordán-Morena, hoy celebrada en el Tepeyac y en los oficinas del Bautista AMLO. Y tan falsa la pintada por el indio Marcos Cipac de Aquino, como la sacada de la chistera del mago López. “Chistera” en ambos sentidos: sombrero de mago y cajón de chistes
Con Peña Nieto no volverá, si ganara, lo peor del PRI, porque hace tiempo se fue al PRD: ese basurero del más viejo PRI, trampolín para saltar a partidos-negocio, como el PT, creado por Raúl y Carlos Salinas, o la Morena que suma cero más cero bajo un nombre guadalupano. El PRD exhibe su más reciente travestismo, su última mudanza de camaleón o recambio de su piel de víbora, y nos presenta al último espécimen de los dinosaurios que dábamos por extinguidos, Manuel Bartlett, como la novedosa adquisición de esa cloaca máxima de la “izquierda” mexicana. Se reventó otra pústula y el pus siguió su cauce natural: hacia el PRD.
El PRI que se gastaba sin límite nuestros impuestos en sus campañas electorales, que se asignaba las casillas, que contaba nuestros votos y, oh sorpresa, nos informaba que había ganado, ese PRI tiene a su mejor exponente en el ex secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid, uno de los fósiles del PRI que no había hecho maletas para embarcarse en la veleta del PRD, aquel Manuel Bartlett del “fraude patriótico” en Chihuahua, a quien el Frente Democrático Nacional acusó de fraude en las presidenciales de 1988, cuando se le “cayó el sistema” y al restablecerlo fue para declarar ganador a Salinas y perdedor a Cárdenas; el secretario de Gobernación de los tiempos en que el PRI rellenaba las urnas y contaba los votos, sigue a los de su calaña rumbo a las elecciones del 2012, con López Obrador, músico-poeta compositor del Himno al PRI y presidente del PRI-Tabasco, que, como todos, dejó el PRI sólo cuando pidió hueso y no le dio.
Será senador por esa “izquierda” que ya tuvo la desvergüenza de hacer senadora a la mujer de súbita riqueza como amante del presidente Díaz Ordaz, Irma La Tigresa Serrano. El PRI los hace y el PRD los junta. Y aún se atreven a llamar “izquierda” a esa bazofia: el Bartlett de siempre desinfectado en las aguas purificadoras del Jordán de los Obrador, las Padiernas-Bejarano acusados de ladrones de ahorros por las víctimas del sismo del 85, de Martí Batres el vendedor de “leche” Bety con alto contenido de excremento… ¿No hay nadie que jale la palanca a ese excusado? ¡Qué pestilencia!
Fariseos en la cultura
Yo jamás habría imaginado que Enrique Peña Nieto leyera, y literatura menos. Así que me sorprenden los sorprendidos por su papelón en la FIL y me irritan los fariseos que tampoco leen, pero claman al cielo.

Lo que me produce pánico es su falta de reflejos, su incapacidad para salir del paso en algo tan elemental que se puede resolver con títulos conocidos de todos y por nadie leídos: “El Quijote: sobre todo esa batalla contra molinos de viento donde me veo reflejado… La Odisea… porque eso es la Presidencia de México…” Me aterra imaginarlo en una reunión trilateral del TLC con el presidente de EU y el primer ministro de Canadá: pesos pesados.
Lo creía más ducho, colmilludo, pero se ahoga en un vaso de agua y quiere presidir un país muy complejo.
Las muestras de incultura en nuestros políticos son naturales. Lo que me irrita el hígado son los fariseos: los reporteros que tampoco leen, twiteros y facebookeros que hacen mofa de Peña Nieto con textos plagados de faltas de ortografía.
Y sigue la mata dando: el secretario de Cultura del DF, Mario Delgado, PRD, dice que Cien años de soledad es de Vargas Llosa. Más de algún reportero se habrá burlado: “El tonto no sabe que es de Borges”. En La Razón reflexionaron sobre el tema Pablo Hiriart y Fernando Escalante Gonzalbo, quien llama “beatería” a esa transformación del libro en objeto de culto. Pienso igual.
Me he hecho la misma pregunta: ¿Qué libros me han cambiado la vida? La Biblia me hizo ateo a carcajadas con su infantilismo. Y los leídos, que puedo recordar o no, me han hecho quien soy, para bien o para mal. Los peores presidentes de México en lo que llevo de vida son Echeverría y López Portillo... y éste leía mucho, hasta quería ser escritor.
El vino de los bravos (y unos tequilas). (Planeta, 2011).
www.luisgonzalezdealba.com




No hay comentarios: