El 26 de junio del año en curso apareció el cuerpo de Fermín Mariano Matías, estudiante de posgrado de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y luchador social, en un cementerio del municipio de Totolac en el vecino estado de Tlaxcala. Su desaparición física se registró desde el 22 de junio día que fue visto por última ocasión por sus compañeros de Universidad. El estudiante de maestría, fundador de la Liga Estudiantil Democrática de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), integrante de la Organización Independiente Totonaca (OIT) de la sierra Norte y consejero estatal del Partido de la Revolución Democrática (PRD) en Puebla.
El 10 de julio su familia interpuso una denuncia y fue hasta finales de ese mes que las autoridades por la presión de diversos grupos y actores sociales de la entidad, localizaron el cuerpo de Fermín. Hasta el momento no se han presentado avances de la investigación y aun no se descarta un móvil político en el homicidio.
El pasado miércoles 11 de noviembre fue encontrado el cuerpo de Lenin Ortíz Betancourt, en la comunidad de Naupan municipio de Huauchinango en la sierra norte de Puebla, con múltiples impactos de proyectil de arma de fuego. Lenin participaba activamente con sus padres Rigoberto Ortiz Martínez y Mónica Betancourt Rodríguez dirigentes del Consejo Democrático Magisterial Poblano (CDMP), así como en diversas luchas sociales, en las últimas semanas se comprometieron activamente en el movimiento de los trabajadores del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) de la Compañía Luz y Fuerza del Centro de la Región.
En este último caso hay un sospechoso del homicidio, sin embargo cabe la posibilidad de que sea un “chivo expiatorio” en respuesta a la amplia movilización de los profesores y trabajadores de la Compañía de electricidad.
La estrategia del gobernador Marín es criminalizar los movimientos sociales como siempre ha sido desde que despachaba como empleado de la Secretaría de Gobernación, porque ese es el sello del marinismo. Lo preocupante es que las autoridades de justicia hostigan a las familias y amigos de los jóvenes asesinados, en lugar de apoyarlos por todos los medios legales para esclarecer los hechos y presentar a los asesinos.
El perfil de ambos casos es similar: jóvenes, estudiantes, activistas sociales con un compromiso público. La respuesta de las autoridades no ha sido adecuada, en el caso de Fermín Mariano Matías se intenta infructuosamente vincularlo a grupos guerrilleros. En el asesinato de Lenin Ortíz Betancourt se presenta a las horas de cometido el delito de manera expedita a un probable “chivo expiatorio”.
Por lo anteriormente expuesto sometemos a esta Soberanía el siguiente Punto de Acuerdo para exhortar a la Procuraduría de Justicia del Gobierno del Estado de Puebla, a descartar todas las líneas de investigación para presentar a los responsables de los homicidios de los activistas sociales Fermín Mariano Matías y Lenin Ortiz Betancourt.
Cuetlaxcoapan, H. Puebla de Zaragoza a 19 de noviembre de 2009
Dip. Pepe Momoxpan
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