LA QUINTA COLUMNA
Indicador
Político
Carlos Ramírez
carlosramirezh@hotmail.com
Miercoles 15 de Febrero de 2012
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AMLO: perdón de los pecados
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Bartlett: Narco, Buendía, 1988
Como
buen pastor protestante, el fundamentalismo de Andrés Manuel López Obrador ha
operado sus primeros milagros: la sanación política de Manuel Bartlett Díaz, un
político priísta que lleva una enorme carga de pecados políticos.
Por
decisión directa de López Obrador, Bartlett será candidato a senador por Puebla
con el registro del Partido del Trabajo, paradójicamente impulsado por Raúl
Salinas de Gortari. Aunque más que un espacio político, Bartlett en realidad
anda en busca de fuero que lo proteja de los cadáveres políticos que siguen
guardados en sus roperos.
La
lista de pecados de Bartlett que han sido perdonados por López Obrador en una
sesión de purificación electoral es bastante amplia:
1.-
El asesinato de Manuel Buendía, cuando se disponía a publicar nombres de
políticos y funcionarios involucrados en 1984 con el narcotráfico. La
investigación oficial inculpó a José Antonio Zorrilla Pérez, entonces director
de la Federal de Seguridad, pero nunca interrogó a su jefe directo, Manuel
Bartlett. Zorrilla era un funcionario de una cadena de mando. Bartlett siempre
se disculpó con el argumento de que Zorrilla era gente de Fernando Gutiérrez
Barrios, pero Miguel de la Madrid reveló que aun así Zorrilla dependía de
Bartlett.
2.-
Zorrilla fue despedido de la Federal de Seguridad en medio de dos asuntos: el
asesinato de Buendía y el asesinato del agente de la DEA Enrique Camarena
Salazar; pero también hubo un tercer punto: la queja de los EU, vía un
reportaje en la primera plana del The New York Times, de que la Federal de
Seguridad se había entregado al KGB soviético. Asimismo, el embajador John
Gavin denunció que la DFS protegía al narcotráfico y había dado credenciales de
la policía a los capos. Cuando la PGR recogió algunas de esas credenciales,
Bartlett las pidió para corroborar su veracidad pero las desapareció.
3.-
Por el narco y Camarena, Bartlett Díaz tiene abierto un juicio en los EU: U.S.
9th Circuit Court of Appeals: USA v ZUNO ARCE 9856770. Ahí aparece el nombre de
Bartlett involucrado en el asesinato de Camarena. Por ese juicio Bartlett ya no
viaja a los EU. En una declaración ante varios periodistas, el embajador
Jeffrey Davidow afirmó que Bartlett sí podía entrar a los Estados Unidos;
luego, con una sonrisa, agregó: “salir, quién sabe”. Entre que sí o entre que
no, Bartlett evita cruzar el espacio aéreo de los EU porque el gobierno
estadunidense tiene facultades para bajar cualquier avión.
4.-
Como secretario de Gobernación, Bartlett fue el operador del fraude electoral
en las elecciones de gobernador de Chihuahua en 1986 y se negó a la anulación
que le pidieron los intelectuales más reconocidos, entre ellos Carlos
Monsiváis, Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín. Bartlett justificó la
operación electoral porque el PRI no podía entregarle el poder a la reacción
panista y por ello esa decisión se conoció como un “fraude patriótico”. En las
elecciones de 1992 el PAN ganó con el candidato de 1986: Francisco Barrio.
5.-
En 1988 Bartlett fue el secretario de Gobernación y presidente de la Comisión
Federal Electoral que operó la elección que le quitó votos a Cárdenas para
pasárselos a Carlos Salinas. Fue la elección de la “caída del sistema”. En el
fondo, Bartlett aplicó el modelo Chihuahua: impedir la pérdida de poder para el
PRI; pero la vida está llena de sorpresas: Cárdenas fundó el PRD catapultando
hacia adelante el fraude de 1988 y en este 2012 el candidato presidencial del
PRD, López Obrador, le dio la candidatura a senador poblano a Bartlett por el
PT pero como parte de la alianza DIA PRD-PT-Movimiento Ciudadano-Morena.
6.-
La candidatura de Bartlett a gobernador de Puebla fue operada nada menos que
por Joseph-Marie Córdoba Montoya por el interés especial de Salinas; fue, por
tanto, una candidatura de dedazo de Salinas. Córdoba se reunió en Puebla con
las “fuerzas vivas” y ahí dio la orden de hacer gobernador a Bartlett. Por
ello, el dedazo de López Obrador a favor de Bartlett no sería el único en su
vida; eso sí, habla de que su acceso a cargos de poder fueron en el estilo
político de las imposiciones priístas.
7.-
Como gobernador, Bartlett operó el fraude electoral en la elección municipal de
Huejotzingo, Puebla, en 1996; la Secretaría de Gobernación de Zedillo tomó la
decisión de deponer al alcalde priísta. Sin el poder del apoyo presidencial,
Bartlett ya no pudo manejar ningún fraude electoral.
8.-
El pensamiento político de Bartlett es el típico priísta del viejo régimen. En
un texto publicado en la revista Pensamiento Político, editada por el PRI,
Bartlett afirmó en 1967 que el presidente de la república “automáticamente es
el líder del PRI” y por ello “está en posición de orientar a la mayoría de la
Cámara de Diputados, al Senado de la república, a las gubernaturas de los
estados y a la mayoría de los gobiernos municipales”. Por tanto el presidente
de la república “encarna ante los ojos del pueblo los principios impuestos por
las armas y que hoy son corrientes de opinión mayoritaria”. De ahí que Bartlett
vea en López Obrador la rencarnación del presidencialismo priísta.
9.-
Bartlett renunció al PRI no por el abandono de su historia sino porque fue
derrotado en las elecciones internas del 2000 para escoger candidato
presidencial y porque quedó en los últimos lugares. Eso sí, como parte de su
campaña interna, Bartlett dijo que el PRI “sí utilizaría” los programas
Progresa, Alianza para el Campo y el Ramo 33 “para ganar la presidencia”.
10.-
Bartlett ha criticado severamente a los gobiernos priístas que instalaron el
neoliberalismo en México, pero trabajó directamente en el gabinete presidencial
de los dos gobiernos que entronizaron el neoliberalismo: Miguel de la Madrid y
Carlos Salinas; por ello fue cómplice moral y político del viraje del PRI.
A
pesar de este historial, Bartlett ya fue purificado por el predicador López
Obrador y lo convirtió en acólito de la república amorosa. Lo que queda por
aclarar es si López Obrador es un profeta, el Niño Fidencio de la política
perredista o apenas el pícaro Anacleto Morones del cuento de Juan Rulfo.
(Diario
Político 2012 de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)
carlosramirezh@hotmail.com
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