DIARIO CAMBIO
Indicador Político
Carlos Ramírez
16/02/2012
+ AMLO: cuentas de la
lechera
+ Esopo en el consejo
del IFE
Como personaje del
cuento de la lechera de Esopo, Andrés Manuel López Obrador ha hecho sus cuentas
y dice que con el 26 por ciento de los votos del total del padrón electoral
ganaría las elecciones con 20 millones de sufragios.
Sólo que la realidad es
diferente a las fábulas y las moralejas electorales tropicales siempre acaban
en conflictos y plantones que sólo conducen a la frustración para ocultar los
fracasos.
Los cálculos de López
Obrador señalan su victoria con el 26 por ciento del total del padrón de 75.2
millones de votantes; sólo que en la realidad nunca votan todos los registrados
con credencial vigente. En los años de los cambios políticos, el punto máximo
de votación fue en 1994 --el año del colapso salinista que comenzó con el
alzamiento zapatista y terminó con la devaluación heredada-- con el 75 por
ciento de votación; y el año más bajo fue curiosamente 1988 con el 52.01% de
votación.
Por tanto, las cuentas
no le salen al tabasqueño. Pero no debe ser extraño que las matemáticas no sean
lo suyo porque su hoja académica señala que el examen de matemáticas lo pudo
pasar muchos años después de terminar sus estudios y con calificaciones mínimas.
Eso sí, deja mala impresión que quien aspira a dirigir la nación y conducir la
política económica sea tan malo para los cálculos matemáticos.
Las cifras del 2006
rompen con la ilusión de las malas matemáticas de López Obrador: el padrón fue
de 71.4 millones de mexicanos, pero votó sólo el 58.5 por ciento o 41.8
millones; de ellos, López Obrador obtuvo el 35.3 por ciento o 14.7 millones de
votos, frente al 35.9 por ciento de Calderón y sus 15 millones de votos.
Sobre una votación
promedio de 62 por ciento en las últimas cuatro elecciones presidenciales, el
número efectivo de votantes potenciales sería de 46.6 millones sobre el padrón
efectivo de 75.1 millones. Sobre esa posible votación, el 26 por ciento de
López Obrador representaría apenas 9.3 millones de votos, una pérdida de alrededor
5.4 millones de votos.
Si el techo electoral
de López Obrador es de 26 porciento, entonces desde ahora se tendrán las
estimaciones de su derrota. Para ser competitivo, el tabasqueño necesitaría el
35 por ciento de su votación de 2006, lo que en el padrón del 2012
significarían, en el escenario de votación promedio de 62 por ciento, 16.3 millones de votos. Sólo que en el 2006 el PRD
había logrado una alta votación de voto útil que hoy regresará al PAN y al PRI.
De acuerdo con el
promedio de las encuestas, López Obrador tendría hoy en día alrededor del 18
por ciento de la votación, algo así como 8.3 millones de votos, cifra lógica en
la tendencia de votos del PRD en las elecciones anteriores: 6 millones con
Cárdenas en 1988 como Frente Democrático nacional, 5.8 con Cárdenas en 1994 ya
como PRD, 6.2 con Cárdenas en el 2000. Las encuestas hasta ahora parecen
registrar la peor realidad del PRD: la pérdida de votos útiles que llevaron la
votación a 14.7 millones de sufragios en el 2006.
El problema de López
Obrador son las cuentas alegres; en las elecciones del 2006 mantuvo su
argumento, hasta el día de las elecciones, de que estaba diez puntos
porcentuales arriba del candidato panista Felipe Calderón Hinojosa, aunque sin
dar a conocer la casa encuestadora y pese a que la encuestadora del PRD
Covarrubias señalaba empate técnico. Peor aún, atropellando al IFE y antes de
terminar el conteo preliminar, López Obrador anunció en el zócalo que había
ganado por 500 mil votos de ventaja que nunca acreditó.
La declaración de López
Obrador de que ganará las elecciones con el 26 por ciento del voto sobre el
total del padrón electoral no es otra cosa que estar sentando las bases de su
argumentación para el conflicto poselectoral previsible; es decir, el candidato
perredista no va a reconocer las cifras oficiales porque nunca aceptara que el
IFE diga que votó un porcentaje de los electores y no el 100 por ciento de la
lista electoral. Y como será de esperar, nuevamente saldrá el grito de guerra
de “voto por voto, casilla por casilla” porque también de nueva cuenta el
tabasqueño no reconocerá su derrota aún por un voto; en el 2006 juró en medios
que reconocería las cifras oficiales y a la hora de la verdad no sólo renegó de
las instituciones electorales sino que se plantó en el corredor
zócalo-Juárez-Reforma no para contener la violencia sino para amenazar con el
alzamiento popular si no le daban la presidencia de la república.
Por tanto, López
Obrador ya está asentado en el lunes 2 de julio de 2012 con sus pancartas del
26 por ciento. En el sueño tropical de López Obrador, México hará el milagro el
domingo primero de julio de este año de llevar a las urnas a la totalidad de
los electores registrados, el 100 por ciento de la lista electoral, algo que
sólo se ha visto en las elecciones arregladas en Cuba y Corea del Norte.
Las cifras electorales
de las elecciones presidenciales de 1988, 1994, 2000 y 2006 aclaran los
escenarios de las votaciones del 2006. Los cálculos más serenos prevén una votación del 55 por ciento de los
electores, aproximadamente 40 millones de ciudadanos. Y lo que importa en
realidad es el número de votantes y no el porcentaje y ahí el desafío de López
Obrador estriba en mantener los 14.7 millones de votantes del 2006 con el 36
por ciento de los votos del 2012, pero con una candidata panista más atractiva
que Calderón y un Peña Nieto colocado en la punta de la encuestas y recuperando
los votos perdidos por Labastida en el 2000 y Madrazo en el 2006.
La tendencia de votos
del PRD para el 2012, si carece de una oferta que reproduzca el ánimo del 2006,
oscilará entre 20 y 22 por ciento, entre 8-9 millones de votos. La clave de
este cálculo es que los votos útiles de panistas y priístas retornarán a sus
respectivos partidos o se cruzarán entre ellos porque la elección del 2006 se
dará entre el partido en el poder presidencial y el partido que quiere regresar
a Los Pinos.
Eso sí, el discurso del
26 por ciento de López Obrador está preparando el terreno para la protesta de
conflicto poselectoral del 2 de julio. Otra vez.
(Diario Político 2012
de Carlos Ramírez en www.grupotransicion.com.mx)
www.grupotransicion.com.mx
carlosramirezh@hotmail.com
PUBLICADO EN:
No hay comentarios:
Publicar un comentario