Diputadas y diputados, representantes
de los medios de comunicación, público:
La característica primordial de un estado de derecho es el respeto a la legalidad. En este sentido resulta sorprendente que existiendo organización religiosas que se apartan de su cometido fundamental sirvan de cobijo y parapeto a delincuentes. Aún peor es cuando dichas organizaciones se benefician directamente de un patrimonio adquirido con base en actos ilícitos, perfectamente documentados, que trascienden las figuras públicas que se ostentan como sus voceros y/o representantes, sin que el gobierno mexicano proceda a aplicarles la ley por esta evidente violación de los preceptos legales, profunda desviación del objeto para el cual fueron creadas, además de toda la gama de actividades ilícitas que han trascendido con respecto a dichas organizaciones.
El día de hoy me referiré a sólo una de ellas: Los Legionarios de Cristo. No sé trata sólo de los delitos sexuales cometidos por su fundador, mismos que se encuentran en la total impunidad, sino la manera en que a través de la manipulación, el fraude y el encubrimiento se amasó un verdadero imperio político-económico sin que hasta el momento el gobierno mexicano haya tenido la menor curiosidad de indagar.
Es necesario remarcar que dicha organización religiosa no se ha pronunciado respecto a los casos de seducción y manipulación referidos en diferentes instancias como habituales para el clérigo Marcial Maciel, gracias a los cuales él obtuvo distintos beneficios materiales en detrimento de los herederos y socios de múltiples empresarios. Tampoco se ha dicho nada respecto a la manera en que se permite operar a una serie de instituciones educativas cuyos directivos a su vez dependía del primer círculo de dicho sacerdote hoy en desgracia. Hay pues aristas económicas, fiscales, sociales y educativas del accionar de los Legionarios que pueden ser constitutivas de delito. Si ya el Vaticano ha enviado a un especialista a analizar las cuentas de dicha corporación, ¿Por qué el estado mexicano no asume que está ante una verdadera organización delictiva con fachada religiosa, similar a aquella que, según la Iglesia Católica opera, de ser ciertos sus dichos, alrededor del culto a la Santa Muerte y procede a la disolución de dicha asociación en cumplimiento de la ley reglamentaria del artículo 130?
Algo muy grave está sucediendo en Roma porque Joseph Alois Ratzinger, Benedicto XVI, permite que la hoy septuagenaria Legión de Cristo siga tan vivita y coleando como cuando la regenteaba el Marcial Maciel; y algo más grave pasa en nuestro estado de derecho que se permita que una organización de tal calaña ejerza influencia dentro de los mexicanos.
Instigado por el delegado pontificio Velasio de Paolis, su director Álvaro Corcuera sólo ha prohibido a sus curas desde el 13 de diciembre pasado la exhibición pública de las fotografías de Marcial Maciel, o referirse a éste como “nuestro padre”.
Este año, por primera vez en 70 años, los legionarios celebraron el aniversario sin la figura del depredador de quien ni sus hijos escaparon.
Para ser aceptadas por el Papa, a las órdenes se les reconoce una “inspiración divina”, le llaman “la experiencia de Dios en el fundador” quien habría recibido un sublime don para “edificar a la Iglesia y evangelizar al mundo.
Pero la Legión se reveló tan terrenal y vulgar como los crímenes de Maciel que, por carecer de sustento “divino”, lo único procedente es su desaparición.
Por todo lo anterior se exhorta a la Subsecretaría de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación Federal, a que suspenda el registro SGAR-1 de la Congregación Religiosa Católica Romana denominada como “Legionarios de Cristo”.
Cuetlaxcoapan, H. Puebla de Zaragoza, 11 de enero de 2011
Dip. José Manuel Benigno Pérez Vega y/o Pepe Momoxpan
H. Congreso del Estado Libre y Soberano de Puebla
Presidente de la Mesa Directiva
P r e s e n t e
El que suscribe, Diputado José Manuel Benigno Pérez Vega y/o Pepe Momoxpan, integrante de la Quincuagésima Séptima Legislatura del Honorable Congreso del Estado; con fundamento en lo dispuesto por los artículos, 57 fracción I y II, 63 fracción II y 64 de la Constitución Política del Estado Libre y Soberano de Puebla; 17 fracción IV y XI, 41 fracción I, 43, 46 de la Ley Orgánica de Poder Legislativo del Estado de Puebla; 93 fracción VI, 128 y 130 del Reglamento Interior del Honorable Congreso del Estado, somete a consideración de este Honorable Cuerpo Colegiado el siguiente:
Punto de Acuerdo para exhortar a la Subsecretaría de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación Federal a que suspenda el registro SGAR – 1 de la Congregación Religiosa Católica Romana denominada como “Legionarios de Cristo”.
Antecedentes
Algo muy grave esta sucediendo en Roma porque Joseph Alois Ratzinger Benedicto XVI permite que la hoy septuagenaria Legión de Cristo siga tan vivita y coleando como cuando la regenteaba el Marcial Maciel; y algo más grave pasa en nuestro estado de derecho que se permita que una organización de tal calaña ejerza influencia dentro de los mexicanos.
Instigado por el delegado pontificio Velasio de Paolis, su director Álvaro Corcuera sólo ha prohibido a sus curas desde el 13 de diciembre pasado la exhibición pública de las fotografías de Marcial Maciel, o referirse a éste como “nuestro padre”.
Este año, por primera vez en 70 años, los legionarios celebraron el aniversario sin la figura del depredador de quien ni sus hijos escaparon.
Para ser aceptadas por el Papa, a las órdenes se les reconoce una “inspiración divina”, le llaman “la experiencia de Dios en el fundador” quien habría recibido un sublime don para “edificar a la Iglesia y evangelizar al mundo.
Pero la Legión se reveló tan terrenal y vulgar como los crímenes de Maciel que, por carecer de sustento “divino”, lo único procedente es su desaparición.
Considerando
Que en el sistema jurídico político mexicano la Constitución como norma suprema y que México ocupe posiciones de intervencionismo para con los pueblos del mundo
Y en mérito de lo anteriormente expuesto, someto a esta Soberanía lo siguiente:
Único.- Se exhorta a la Subsecretaría de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación Federal, a que suspenda el registro SGAR-1 de la Congregación Religiosa Católica Romana denominada como “Legionarios de Cristo”.
Cuetlaxcoapan, H. Puebla de Zaragoza a 10 de enero de 2011
Dip. José Manuel Benigno Pérez Vega y/o Pepe Momoxpan
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